Lefrere - Mèze

Lefrere, situado en 4 Rue du Dr Magné, 34140 Mèze, France, es una farmacia que ofrece un servicio de calidad y atención personalizada a sus clientes. Especializada en diversas áreas de la medicina, Lefrere se distingue por su compromiso de ayudar a la comunidad a mantenerse saludable y bien cuidada.

El establecimiento tiene varias características que lo hacen único. La farmacia es accessible en fauteuil roulant, lo que facilita la accesibilidad para personas con movilidad reducida. Además, el parking es accessible en fauteuil roulant, ofreciendo un fácil acceso y comodidad para todos los clientes. Estas facilidades demuestran el compromiso de Lefrere con la accesibilidad y la inclusión.

En términos de especialidades, Lefrere se centra en la atención farmacéutica, ofreciendo una amplia gama de productos y servicios relacionados con la salud. La farmacia trabaja de cerca con los médicos para garantizar que las recetas sean llenadas correctamente y que los pacientes reciban la información necesaria sobre sus medicamentos.

A pesar de no tener muchos avisos, Lefrere ha recibido un avis moyen de 4/5 en Google My Business, lo que indica una alta satisfacción de los clientes con su servicio. Esto es un testimonio de la calidad del trabajo realizado en esta farmacia.

En resumen, Lefrere, con su ubicación estratégica, su accesibilidad y su compromiso con la calidad del servicio, es una buena opción para aquellos que buscan una farmacia confiable en Mèze. Sus especialidades en medicina y su dedicación a la atención personalizada hacen de esta farmacia un recurso valioso para la comunidad.

👍 Avis de Lefrere

Gerttz

4/5

Me ofrecieron (hicieron) un test de covid urgente, pues la seguridad sucial purtuguesa cometió la asnada de no registrar en la base de datos la dosis de refuerzo que recibí 29 días antes. Lo que me supuso tiempo, esfuerzo y 25 euros.
Precisamente para intentar recuperar ese dinero, ayer, a las empleadas de la farmacia les pedí la factura.
Que no me dieron. Voy a tener que volver por ella. Y es que quedaron abducidas por el caso de una señora pequeña y anciana que succionó sus neuronas unos buenos minutos. Que, al final, hasta yo olvidé insistir con lo de la factura.
La vieja Jedai nos derrotó.
Al menos les agradezco la oportunidad de hacerme el test, y así no haber hecho el viaje hasta el evento de anoche en balde.